¡Salón canadiense de la fama!

Por John Hughes – ¡Salón de la fama!
Documento original: Hall of fame!
“El Canadian Accounting Hall of Fame selecciona doce miembros inaugurales”, informó Canadian Accountant a comienzos de este año.
Aquí están los aspectos más destacados:
. Doce contadores y académicos de la contabilidad/contaduría del pasado y del presente han sido denominados miembros inaugurales del Canadian Accounting Hall of Fame (CAHF) [Salón canadiense de la fama]. La lista incluye algunos nombres históricos en los negocios canadienses, así como también notables omisiones tanto entre los “fundadores de la profesión” como entre los “líderes de la profesión”.
· Concebido como “una historia biográfica curada de la contabilidad/contaduría en Canadá”, el CAHF y su proceso de nominaciones es vigilado por un director, un director administrativo y una junta de electores compuesta por ocho miembros actuales. Si bien el proceso de nominaciones y elecciones del CAHF son confidenciales, los criterios para las nominaciones están disponibles en línea. El CAHF ha incluido amablemente las biografías de los doce miembros inaugurales:
Samuel J. Broad, Gerald A. Feltham, Howard I. Ross, y Ross M. Skinner
Founders of the Profession: E. R. C. Clarkson, Gordon H. Cowperthwaite, George Edwards, y Philip S. Ross
Leaders of the Profession: Douglas N. Baker, Gertrude Mulcahy, William R. Scott, y Dan A. Simunic
. Si bien la lista destaca tanto profesionales de la contabilidad/contaduría como académicos de la contabilidad, surgen algunos temas que, si bien pueden reflejar la realidad histórica de la contabilidad como una “profesional tradicionalmente integrada por hombres”, también puede reflejar la renuencia a acoger temas contemporáneos de género e inclusión étnica. Todos los doce inaugurales son blancos, pero no todos, Gertrude “Gert” Mulcahy, son hombres.
Pocos contadores canadienses activos habrán tenido una vinculación directa con cualquiera de esas luminarias. En mi caso, el más cercano es Ross Skinner – Yo trabajé en la oficina nacional canadiense de contabilidad de Ernst & Young en los años posteriores a su jubilación, cuando su nombre era regular y respetuosamente pronunciado por quienes lo conocieron. Entre los logros de Skinner estuvo el “influyente libro de 1972 Accounting Principles: A Canadian Viewpoint…(que) llevó al desarrollo de la estructura canadiense de los estándares canadienses de contabilidad”. En otras palabras, solo soy un vínculo eliminado de una era que precede las cosas viejas que los IFRS reemplazaron. Me sorprende que yo todavía esté respirando…
De cualquier modo, tal y como señalé arriba, mucho de lo que por ahora rodea al proceso es confidencial. Sin embargo, vía un topo que tengo en la organización (que tiene un sitio escondido en el sótano, cerca de donde guardan las viejas máquinas de sumar) pude al menos descubrir esto – una selección de los nominados rechazados para el Canadian Accounting Hall of Fame (al menos, esto es, rechazados del lote inicial – seguidores y defensores deben tener esperanza de reconocimiento futuro):
Philip Whipler. Notable por su defensa de la “tradición oral” en la que los estándares de contabilidad nunca deben ser escritos, sino solo comunicados directamente de un experto a otro, idealmente en un susurro silencioso. Whipler consideró que la “crudeza” del material impreso solo erosionaría la belleza que él percibía en la contabilidad y evitaría alcanzar sus plenas posibilidades espirituales. Si bien Whipler hizo algún avance modesto en el establecimiento de una red de contabilidad/contaduría basada en esos principios, su visión fue menoscabada por, entre otras cosas, los recuerdos contradictorios de los expertos en relación con lo que se había decidido sobre los puntos clave, y su propensión a emborracharse y gritar los estándares para que todo el mundo los escuche y use mal.
Elijah McKay. Los defensores de su inducción se basan menos en sus escasos logros profesionales que en su afirmación de haberse acostado con 10,300 mujeres, todas supuestamente registradas y contabilizadas de manera meticulosa. Sin embargo, cualquier intento para auditar los registros de McKay han colapsado bajo el peso de numerosas declaraciones equivocadas materiales, incluyendo el uso desenfrenado de medidas que no son PCGA ajustadas.
Ferris Fripp. Reverenciado en algunos círculos por sus predicciones similares a las de Nostradamus, que se remontan a 1934, de que Canadá algún día adoptaría el conjunto de estándares internacionales de contabilidad. Fripp nunca vaciló de esta convicción, incluso cuando la mayoría de sus otras predicciones (por ejemplo, que Canadá se volvería el núcleo de una súper-raza que conquistaría el mundo a finales de los años 1950, o que él mismo se transformaría en energía pura antes de cumplir 55 años) no se materializaron.
Margaret “Marge” Covert. Una devota “naturista” que consideraba que la contabilidad/contaduría se practica mejor desnuda, para forjar la conexión entre el profesional en ejercicio y su tema. Si bien se dijo que las verdaderas habilidades contables de Covert eran mediocres, los folletos de su firma eran los más vendidos.
Mansard Jones. Famoso por el artículo, descubierto después de su muerte, en cual escribió: “He descubierto un avance verdaderamente notable en la partida doble que este margen es demasiado pequeño para contener”. Denominado como el “último teorema de Jones”, su declaración desencadenó casi un siglo de frenéticos esfuerzos para replicar este notable avance. Sin embargo, con el tiempo, la competencia se apagó, y se formó un consenso de que Jones simplemente estaba “lleno de mierda”.
Bien, esto fue muy bueno, ¿cierto? Sabe usted, yo estaría feliz si mi futuro caso para ingresar en el Canadian Accounting Hall of Fame se basara completamente en su valoración de este artículo de mi blog. ¡Feliz año nuevo!
Las opiniones expresadas son solamente las del autor.
Esta traducción no ha sido revisada ni aprobada por el autor.