RSE puesta a prueba
Por Samuel Mantilla. La responsabilidad social empresarial (RSE) está siendo puesta a prueba. Del valor para el inversionista al valor para el stakeholder.
En Emisión interconectada, que publiqué el 3 de marzo de 2020, analizando algunos esfuerzos orientados a la emisión interconectada del estándar para la presentación de reportes corporativos financieros y no-financieros, dejé claro que la presentación de reportes corporativos está en un punto de inflexión y que, las cosas no van a seguir iguales.
En esa línea, se destaca el artículo que Mark R. Kramer publicó el 1 de abril de 2020 en Harvard Business Review con el título de Coronavirus pone a prueba la responsabilidad social corporativa.
Si bien es muy temprano para hacer previsiones seguras acerca de cómo van a ser las cosas después de la pandemia del coronavirus, está claro que no van a ser iguales a como eran antes. Incluso y, quizás principalmente, en el mundo de las grandes corporaciones.
Algunos de los elementos que menciona Kramer son (las negrillas no corresponden al original):
La manera como las grandes empresas respondan a esta crisis es un momento definitorio que será recordado durante décadas.
Muchas grandes empresas hablan de tener un propósito social y un conjunto de valores, o de cuánto se preocupan por sus empleados y otros stakeholders. Ahora es el momento para que honren ese compromiso.
Entiendo que los líderes corporativos se enfrentan a la presión de los inversores y los banqueros para conservar efectivo y reducir las pérdidas, pero ni los inversores ni los banqueros pasarán hambre.
Lo que las empresas hagan para ayudar a sus empleados despedidos, más allá de lo que se requiere o se espera, será recordado y reembolsado en mayor lealtad, mayor productividad y un beneficio duradero de reputación durante muchos años por venir.
Las empresas deben ofrecer pagos anticipados a sus pequeños proveedores, dándoles hoy dinero en efectivo para los bienes que necesitarán cuando vuelvan a la producción.
Su frase concluyente es significativa:
Nadie espera ni exige que las grandes empresas tomen medidas extraordinarias para ayudar a sus muchos stakeholders, pero las medidas audaces y creativas que adopten hoy para prestar asistencia inmediata definirán el mañana de su legado.
La prueba que enfrenta la responsabilidad social empresarial -RSE (Corporate Social Responsibility - CSR) es si las grandes corporaciones siguen operando solo en función de satisfacer las presiones de los dueños del capital para que produzcan más efectivo y más ganancias, o por una distribución más equitativa de los recursos corporativos.
Al primer enfoque mencionado se le conoce como la ‘presión por el crecimiento vertical y horizontal’ o también ‘administración en función de los intereses se los shareholders (accionistas’). Se refiere a la administración racional, basada en eficiencia y optimización en función de más riqueza corporativa. Crecimiento en función de crecer más.
El segundo enfoque busca una distribución de la riqueza corporativa en función de todos los stakeholders (partes de interés). Busca menos eficiencia y menos optimización, pero ayuda a una distribución más solidaria de la riqueza corporativa.
Estas alternativas no son nuevas. Quizás lo novedoso serán las acciones concretas que las corporaciones den en función de los distintos stakeholders y no solo para los shareholders.
Porque hasta el presente, en función del primer enfoque mencionado se ha utilizado la RSE como un medio para mostrar cosas que se hacen cuando en realidad no se hacen. Mucha publicidad, mucho mercadeo, mucho bombo, y muy poca efectividad.
Ello toca el núcleo de la actividad de muchas ONG y organizaciones de beneficencia, en la práctica utilizadas para hacer propaganda ‘social’ en favor de uno u otro color político, pero que no modifican en nada la orientación en función de los dueños del capital.
Quizás acierta el Papa Francisco cuando dirigiéndose a los jóvenes los invita a que se motiven más a servir a los necesitados y no tanto a dejarse obnubilar por las fantasías de los famosos y exitosos sociales que, ayudados por sus periodistas de bolsillo, muestran que están haciendo mucho cuando en realidad están es esforzándose por mantener activo su negocio.
Las cosas no volverán a ser iguales. Los negocios, tal y como hoy son usuales, no volverán a ser iguales. Ello requerirá un esfuerzo que va a durar muchos años.
La RSE está siendo puesta a prueba por el coronavirus. Las grandes corporaciones tendrán que mostrar acciones mucho más eficaces.
Ello incluye, por supuesto, la contabilidad y la presentación de reportes corporativos. Ahora centrados en el ‘valor para el inversionista.’ Tendrán que centrarse en el ‘valor para el stakeholder.’ Se está en un punto de inflexión y las cosas no van a seguir iguales.